Mucha de la gente que entrena en el gimnasio no tiene el cuerpo que desea, y aunque es muy difícil estar de acuerdo con el cuerpo de uno mismo y nunca uno se ve con un cuerpo esbelto y atlético, en muchas ocasiones existen personas que van al gimnasio habitualmente y comenten errores por los que los músculos no les crecen como debieran.
Vamos a intentar recapitular los principales motivos por los que el cuerpo no crece muscularmente como debiera, ya que en la mayor parte de los casos es por errores que se comenten a la hora de entrenar o no se hacen las cosas como se debe, así que sin más dilación pasamos a enumerar los más comunes:
1. La genética: en ocasiones la genética es nuestro peor enemigo y parece que sea imposible ir contra ella, y es cierto que cada cuerpo es un mundo, pero tienes que tener claro que se puede luchar hasta con lo que te ha tocado, con disciplina, entreno y dieta se pueden tener siempre resultados positivos.
2. El descanso: hay que tener claro que el músculo crece cuando se descansa así que no intentes hacer crecer tus pecho o tus bíceps entrenándolos todos los días. El descanso es vital, descansa al menos 72 horas para espalda, pecho, femoral, glúteos y cuádriceps y no menos de 48 horas para bíceps, tríceps, gemelos, hombros, trapecio y antebrazos. Además duerme entre 7-8 horas diarias.
3. La intensidad: el entrenamiento debe ser intenso, no hay que ir al gimnasio a pasar el día, mover unos pesos asequibles y creer que estamos entrenando. Cada entrenamiento debe ser lo más intenso que puedas, cuanto más lo sea más fibras musculares romperás y más reconstrucción necesitarás con lo que provocarás sin duda mucha más hipertrofia muscular, así que suda en cada sesión del gimnasio, y aprende a llegar a tu fallo muscular.
4. La alimentación: sin duda es la pieza clave de cualquier entrenamiento deportivo y no lo iba a ser menos en este caso. Debes comer con fundamento, si buscas crecer hay que dar al cuerpo las proteínas suficientes para reconstruir y los hidratos suficientes para tener energía para recuperar y entrenar en condiciones óptimas.
5. La técnica: es muy importante ejecutar los ejercicios correctamente, si no lo hacemos tal y como se debe, con una respiración acorde, forzando en la fase negativa tanto como en la positiva, estamos perdiendo gran parte del beneficio del entrenamiento con pesas. Así que depura la técnica y déjate aconsejar por gente con más experiencia y conocimientos, recuerda que nadie nace sabiendo y todo el mundo ha empezado de cero.
6. La rutina: es básico realizar una rutina adecuada, está bien que tu monitor te haya puesto una rutina y tu la sigas al pie de la letra, pero aprende de ello, mira los pros y contras de ese entreno y aprende poco a poco a ser independiente con el fin de poder realizar tus propios cambios de rutina, sabiendo que es lo que viene bien o mal para tu cuerpo.
7. La actitud: es importante que sea positivo y que te guste lo que haces. De nada sirve que lo que haces lo haces por obligación porque a la larga caerás en la rutina y dejarás de ir al gimnasio. Pon empeño en saber ser intenso en el entrenamiento, metódico en la técnica y los descansos y en cuidar tu alimentación, sólo así evolucionarás lo suficiente.
8. El peso: es sin duda un error intentar mover más peso del que se necesita o se puede, te llevará a una lesión segura y no realizarás la rutina intensa. Usa el sentido común y vete escalando los pesos de menos a más, para acabar las últimas series con el máximo que puedas mover e intentar llegar al fallo muscular. No olvides que poco a poco debes incrementar el peso que mueves pero siempre con sentido y no para aparentar estar más fuerte que el resto.
9. La disciplina: es clave en una persona que busca crecer muscularmente tener una rutina de entrenamiento disciplinaria (al igual que la alimentación), de nada sirve ir cinco días una semana y no volver a aparecer en otros tantos. No busques una excusa para no acudir a a tu entrenamiento porque si la encuentras una vez la encontrarás más veces.
10. La mente: es vital saber llevar el entrenamiento con la mente clara y saber que esto es cosa de tiempo y entrenamiento. No pienses que en dos o tres meses lo tienes hecho, es un grave error. Piensa a largo plazo y cuando te quieras dar cuenta tendrás un cuerpo atlético y musculado. Tomate descansos mentales más que físicos para romper con la monotonía descansando una semana cada 3 meses de entrenamiento intenso.