Como ya va siendo casi una
costumbre, hoy toca hablar de nutrición en el Jueves de nutrición.
Cualquiera que me lea sabe que siempre intento en medida de lo
posible aportar información que sea fácil de aplicar en la práctica
por cualquier tipo de persona y que sobre todo, le sea útil.

De poco vale cometer el
mismo “error” que el resto de Blogueros, podcasters,
Influencers… e incluso autores de libros que se dedican a hablar de
cómo los azúcares son el diablo, que el Gluten es peor que Hitler,
de suplementos que nadie usa ni van a usar, de pruebas de laboratorio
que poquísima gente podría hacerse o costearse y mucho menos
interpretar los resultados y/o sacarles provecho, protocolos que ni
ellos mismos han probado ya sea en sí mismos o en otros sujetos, etc… 
En resumidas cuentas, información poco útil y práctica que sí,
que puede ser muy interesante escucharlo, pero de qué cojones te va
a valer si a los 2 días ya ni te vas a acordar y aunque lo hagas, no
va a poder hacer nada de provecho con dicha información.
Hoy, hablaremos de la
suplementación específica.

¿Qué es la
suplementación específica?

Si buscamos la definición
de suplementación en el diccionario, esta sería:
Añadir un complemento a
una cosa para hacerla mejor, más completa, efectiva o perfecta.

Ejemplo: Suplementar la
dieta con vitaminas
Por ello, suplementación
específica no sería más que un tipo de suplementación enfocada a
una determinada persona o situación específicas
(valga la
redundancia), de cara a obtener los máximos beneficios, o al menos,
obtener beneficios y no tirar el dinero tontamente en suplementos que
no nos vayan a ayudar.
Un ejemplo fácil de
comprender sería por ejemplo el de la vitamina C; En aquellas
personas que padezcan de escorbuto, la suplementación con vitamina C
sería mágica ya que supliría la avitaminosis (deficiencia
vitamínica) y por lo tanto erradicaría todos los problemas en un
santiamén.
Sin embargo, si no tenemos
ningún tipo de deficiencia de vitamina C, pues la suplementación
con ella no nos valdría de mucho.
Tras esta breve
definición, pasaremos a exponer una serie de reglas o principios a
seguir de cara a optimizar y personalizar nuestro régimen de
suplementación
.

Primera regla:
Restricción

El primer objetivo
que tiene la suplementación específica no es otro que simplemente
restringir la cantidad de suplementos que tomamos, básicamente lo
que has de tener en cuenta es que en la mayoría de casos no es
necesario tener que tomar 15 suplementos diferentes por la mañana y
otros tantos al mediodía y luego otra vez por la noche.
Es por ello que la
primera regla no es otra que la Restricción, es decir, limitar la
cantidad de suplementos que tomamos e ir analizando constantemente
cuáles de ellos necesitamos de cara a suplir una deficiencia o que
nos sirvan para alcanzar nuestras metas actuales.
Aquí tomaremos el
ejemplo de un multivitamínico: Si hace algunos años solías ser
activo por los foros o si conoces a Lyle McDonald, probablemente
conocerás su protocolo Rapid Fat Lost Protocol (también conocido
simplemente como dieta PSMF).
Este tipo de dieta
al ser tan extremadamente restrictiva, prácticamente hacia necesario
el uso de un mulvitamínico-mineral de cara a suplir las posibles
carencias que pudieran surgir durante la misma, sin embargo una vez
que se volvía a seguir una alimentación normal, rica en nutrientes
y con gran variedad de alimentos de calidad, el uso del
multivitamínico se vuelve casi obsoleto, por lo que siguiendo el
primer principio de la suplementación específica, necesitaríamos
en la mayoría de casos, eliminarlo de nuestro régimen.
Esto, nos lleva
directamente a la segunda regla.

Segunda regla:
Especificidad

Menuda porquería si
un artículo de suplementación específica no hablara de la
especificidad, ¿no? Debemos en todo
momento seleccionar suplementos de acuerdo a nuestras necesidades
individuales y objetivos específicos para un determinado momento.
Por ejemplo, sería
de subnormal profundo el continuar con el uso del quemagrasas a base
de estimulantes que te ayudó a eliminar los últimos vestigios de
grasa corporal si ahora mismo estás en una etapa de “volumen”.
Sin embargo nuestros
objetivos actuales no son lo único que debemos tener en cuenta, la
especificidad de la suplementación también dependerá de nuestra
edad, composición corporal, alimentación, patologías, historial
familiar de enfermedades, estado del entrenamiento, tipo de
entrenamiento, estado endocrino…para que tengas una idea mejor, te
pondré algunos ejemplos:

  • Antonio, de 16
    años, no necesita suplementación con DHEA, sin embargo su abuelo
    Manuel, de 62 años, podría obtener grandes beneficios a través de
    su uso tal y como nos muestran las investigaciones más recientes.
  • Cristina, de 22
    años, sigue una dieta vegetariana y consume una elevada cantidad de
    alimentos con compuestos bociógenos los cuales además consume sin
    procesar (el calor elimina hasta el 80% de estos compuestos), en este
    caso, Cristina podría beneficiarse del consumo de Sal yodada.
  • Pedro, de 32 años,
    es un deportista competitivo de Fitness de la categoría Mens
    Physique y está ahora mismo envuelto en una preparación con el uso
    de AAS, en este caso, Pedro podría beneficiarse del uso de ácido
    nicotínico
    .
Como lector habitual
de mi Blog ya sé que tu inteligencia es significativamente superior
a la de la media de los mortales y por lo tanto, te habrás percatado
de los “podría” de los ejemplos, lo cual nos lleva a la tercera
y última regla.

Tercera regla:
Experimentación

Lo primero es que
debemos descartar automáticamente cualquier evidencia que no sea
demostrada en humanos
, por lo que los resultados de los experimentos
en roedores, gatos o gitanos te deben dar absolutamente igual.
Asimismo, también
debes ignorar los testimonios de las personas que no aporten ningún
tipo de evidencia sobre el uso de X o Y suplemento… o fármaco.
Debes experimentar
con aquellos suplementos que tengan buenas razones para corregir
cualquier deficiencia, problema o que creas que puedan ayudarte a
cumplir tus objetivos actuales. La idea es realizar un experimento N=1 cuidadosamente planeado y bien conducido, lo cual significa:
  1. Seleccionar un
    suplemento según el criterio de especificidad
  • Nunca tomes más de
    un suplemento nuevo a la vez ya que si lo haces, no serás capaz de
    discernir los efectos ya sean positivos o negativos de uno de ellos;
    por ejemplo si combinas 3 compuestos nuevos no serás capaz de saber
    cuál es el que te está causando molestias a nivel GI o cual es el
    causante de tu ganancia de fuerza.
  • Además, asegúrate
    de que todos los demás parámetros permanecen estables, por ejemplo
    si comienzas a tomar un nuevo suplemento quemagrasas y al mismo
    tiempo incrementas tu actividad física y además reduces las
    calorías, no serás capaz de conocer el efecto que está teniendo
    dicho suplemento en tu pérdida de grasa actual.
  1. Seleccionar un
    marcador el cual tomarás como criterio de efectividad de tu nuevo
    suplemento
  • El marcador debe ser
    lo más directo posible, por ejemplo medir nuestros niveles de
    triglicéridos si estamos probando con la suplementación de aceite
    de pescado para mejorar este marcador, medir nuestros niveles de
    vitamina D y testosterona total en suero si queremos ver si la
    suplementación con ella nos puede ayudar a incrementar nuestros
    niveles de testosterona, etc… Por ejempo si lo costeamos de nuestro bolsillo, cada marcador aislado nos costaría unos 10€, aunque por ejemplo podemos solicitar una bioquímica general la cual tiene más de 20 marcadores y nos cuesta tan solo unos 30€.
  • Es obligatorio que
    dicho marcador sea un marcador objetivo, no subjetivo, es decir, que
    sea algo medible y que no esté sujeto a tu estado emocional/anímico
    actual, para de esta manera descartar el efecto placebo (o nocebo).
  • Sé sincero contigo
    mismo y si ves que no consigues los resultados deseados, descarta
    automáticamente el suplemento y admite que te han metido el dedo en
    la oreja y has perdido dinero.
  1. Asegurarte de
    recopilar toda la información necesaria acerca de dicho suplemento
  • Si tomas el
    suplemento fijándote en los esquemas de dosificación y timing
    sugeridos por el fabricante, pues vas listo. Que la dosis y el timing
    estén ajustadas acorde a lo que sugieran las investigaciones más
    recientes realizadas en humanos, lo que digan los demás te debe
    sudar las pelotas.
  • Realiza un
    seguimiento exhaustivo del marcador seleccionado en el punto
    anterior, si tras un tiempo prudencial no ves ningún tipo de cambio,
    debes considerar que el suplemento no te está funcionando.
  • Si se produce algún
    tipo de efecto secundario, debes realizar un análisis de
    costes-beneficios para decidir si realmente vale la pena seguir
    tomando el suplemento.
  1. Seleccionar un
    punto de control final para la finalización del experimento
  • Una vez pasado un
    tiempo prudencial debes realizar un cuidadoso inventario para ordenar
    toda la información recopilada y evaluar si dicho suplemento
    realmente te merece la pena en un determinado momento.
Obviamente puedes
hacer lo que te de la gana, pero sin duda si sigues lo anteriormente
descrito te ahorrarás mucho dinero a la larga, podrás realizar un
perfil de suplementación personalizado acorde a tus necesidades
mejorando por ende los resultados y por último y menos importante
para la mayoría de las personas, ganarás en salud.
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