Este importante nutriente es una parte esencial de la producción de energía en todo el cuerpo y también mantiene el tipo cuando se le compara contra todos los antioxidantes del mercado. Para aseguraros que disponéis de la energía necesaria para esos entrenamientos acérrimos, mantened la coenzima Q 10 en vuestro régimen de suplementos.
Por supuesto, los suplementos que promueven directamente la construcción del tejido muscular se encuentran entre los favoritos de todos los culturistas. Sin embargo, si primero no disponéis de la energía que necesitáis para someteros a esas sesiones brutales de entrenamiento, necesarias para construir músculo, de igual forma no desarrollaréis mucho tamaño muscular, no importa cuantos suplementos constructores toméis. Es como en las carreras de coches.
Un corredor puede disponer del mejor motor capaz de producir la mayor potencia en carrera, pero si no emplea el combustible adecuado que necesita ese motor, entonces éste no será capaz de realizar la mejor carrera, porque no podrá rendir a tope. Si queréis construir músculos masivos, necesitaréis llevar vuestro cuerpo más allá de sus capacidades normales y eso requiere grandes dosis de energía y resistencia.
Como nota aparte, dejadme señalar que conforme envejecemos el cuerpo es menos capaz de metabolizar la coenzima Q10 de forma natural, lo que convierte la suplementación de este nutriente en mucho más importante.
La coenzima Q10 y la producción de energía
La principal función de la coenzima Q10 en el cuerpo es la producción de energía. En realidad, casi cada célula del cuerpo contiene coenzima Q10, mayormente localizada en el interior de la mitocondria. La mitocondria se conoce como la “central de energía” de la célula, porque es dónde se producen todos los procesos que convierten los nutrientes en energía utilizable.
Cuando consumís alimentos, se suceden unas series de acontecimientos en los que la coenzima Q10 ayuda en el transporte de la cadena de electrones que producen ATP.
Para cualquiera que haya estado haciendo culturismo más de un par de días, debería haber oído hablar del ATP y de lo importante que es para un culturista.
¿Habéis oído de un suplemento llamado creatina? Bien, todo el propósito de la creatina es proporcionar fosfato para que el cuerpo pueda acelerar la cantidad y el ritmo de producción de ATP, de manera que podáis tener la energía necesaria para llevar a cabo unas sesiones brutales.
La cantidad de ATP del cuerpo y el ritmo al que se regenera, son extremadamente cruciales para vuestro rendimiento en el gimnasio y la capacidad de llevar los músculos a nuevos niveles.
El ATP (trifosfato de adenosina) mueve la energía química en el interior de las células para que pueda ser metabolizada. Cuando se usa para crear energía dona una molécula de fosfato y entonces se convierte en ADP (difosfato de adenosina). Entonces ocurren unos procesos bioquímicos que combinan los nutrientes para que el ADP sea reciclado y reconvertido otra vez en ATP.
Para que eso suceda se requiere la coenzima Q10. Si todo lo necesario no está disponible, entonces el ciclo se detiene y una vez que el ATP da una molécula de fosfato no puede reciclarse de nuevo en ATP o puede hacerlo, pero no con la suficiente eficiencia como para que realicéis un entrenamiento sensacional. Entonces vuestros niveles de energía y rendimiento caerán en picado. 95% de la energía producida en el cuerpo está creada usando el ATP, así que si pensáis que no es lo bastante importante, pensadlo dos veces.
Cuando estáis en el gimnasio entrenando como maniacos, vuestras reservas de ATP durarán unos cinco minutos o así. Una vez que éstas están agotadas, más vale que el cuerpo sea capaz de satisfacer las necesidades energéticas o será un día muy largo en la sala de pesas. Sin los adecuados aportes de coenzima Q10 en el sistema lo pasaréis muy mal para mantener el ritmo.
El ATP necesita estar disponible de forma constante si queréis llegar a tener algún tipo de entrenamiento productivo. Para obtener el máximo de vuestras sesiones deberéis considerar la ventaja que supone combinar la creatina con la coenzima Q10. Puesto que la CO-Q10 está implicada en los procesos de producción de energía, es fácil entender que también es un elemento que actúa en equipo con otros nutrientes que controlan el metabolismo.
La coenzima Q10 en realidad se usa para tratar desórdenes en los que la mitocondria de una persona no funciona correctamente, para conseguir que su metabolismo pueda volver a los niveles normales.
La CO-Q10 ayuda a regular la mitocondria, lo que en consecuencia conduce a incrementar el metabolismo de la energía. Si vuestro cuerpo convierte los alimentos en energía más rápido y más eficientemente, eso nos lleva al hecho que también existirán menos probabilidades que parte de esos alimentos sean convertidos y almacenados como grasa corporal.
La coenzima Q10 como antioxidante
Se ha mencionado más arriba que la coenzima Q10 actúa al estar fuertemente implicada en el transporte de electrones para el proceso de la regeneración del ATP. Esa capacidad para usar los electrones también la convierte en un poderoso antioxidante, y su capacidad como tal es otra razón por la que los culturistas necesitan esta poderosa arma.
La coenzima Q10 ayuda a evitar la formación de radicales libres, que provocan daños muy severos en el organismo.
Un antioxidante es una molécula que tiene la capacidad de detener la oxidación de otras. La oxidación se produce cuando los electrones de una molécula son robados por otra. La molécula culpable del robo se conoce como el agente causante de esa reacción de oxidación. Las moléculas hacen esto cuando son inestables y necesitan un electrón extra en su capa externa para volverse estables.
Sin embargo, incluso aunque se vuelvan estables, puesto que han robado un electrón de otra, ahora es la molécula victima la que se convierte en inestable y en lo que se conoce como radical libre.
Por consiguiente, los radicales libres que se crean marcharán luego a su vez en busca de cazar electrones para sí mismos. Eso genera un entorno muy inestable en la célula, porque cuando la mayoría de moléculas pierde un electrón en su capa externa, éstas pierden sus supuestas propiedades y no pueden funcionar como la naturaleza pretende. Los procesos celulares se interrumpen hasta el punto que toda la célula se ve comprometida y pronto eso conduce a una función que es menos eficiente y efectiva.
La gran maravilla de los antioxidantes es que tienen la capacidad de donar uno de los electrones de su capa externa y permanecer estables. Eso detiene por completo la reacción en cadena de crear nuevos radicales libres.
Para un culturista, esto es extremadamente esencial, debido a todos los procesos de energía, fabricación y metabolización de proteína que se suceden durante y después de las sesiones de entrenamiento.
El culturismo en sí promueve un entorno que genera estrés y dónde los radicales libres se multiplican más rápido que los conejos. Si estos radicales libres no se detienen, conducirán al daño celular que no solamente inhibe vuestra capacidad para entrenar y crecer, sino que podría llegar tan lejos que podría incluso dañar el ADN.
Las formas de coenzima Q10
La coenzima Q10 está disponible en dos formas: Ubiquinona y Ubiquinol. La primera forma, ubiquinona es la forma más comúnmente usada puesto que es la más asequible de fabricar. La ubiquinona es en realidad una forma oxidizada de coenzima Q10. Cuando se ingiere en realidad se metaboliza en ubiquinol.
Así que podéis preguntaros: “¿Y qué más da la forma que se tome si de todas maneras se metaboliza en la otra?”
Me alegro que lo preguntéis, porque conforme envejecemos nuestro cuerpo se vuelve menos eficaz para metabolizar las cosas. Por consiguiente, si os suplementáis con ubiquinona, la usaréis de forma menos eficientemente que si simplemente tomaseis la forma ubiquinol, debido a que vuestro cuerpo será menos eficiente para convertirla en la forma utilizable.
El ubiquinol es ya la forma final que el cuerpo necesita, así que se puede utilizar más rápido y en mayores cantidades. Puesto que los culturistas sufren grandes cantidades de tensión, éstos requieren nutrientes en mayores niveles que el individuo medio. La mayoría de la gente se suplementa tomando unos 50-90 miligramos de coenzima Q10 al día, pero los culturistas deben emplear entre 100-200 miligramos diarios.
También ayudará si incrementáis la cantidad de pescado y de ternera que consumáis, porque ambos alimentos son buenas fuentes de coenzima Q10, especialmente la caballa y las sardinas.
Coenzima Q10, verdadera dinamita
Cuando llegamos al final del asunto, vuestra capacidad para entrenar y para mantener un nivel intenso es lo que va a ayudaros a añadir músculo en vuestra estructura y a quemar grasa. Todos los suplementos que ayudan a construir músculo no servirán de mucho si estáis cansados y letárgicos en el gimnasio. Sin la energía para llevar vuestro cuerpo a nuevos niveles de rendimiento, no alcanzaréis nuevos logros.
Además, permitir que los radicales libres campen a sus anchas por el cuerpo solamente conducirá a la fatiga y a la pérdida muscular. Suplementarse con coenzima Q10 favorecerá que vuestra energía y resistencia os permita enfrentaros a esas superseries y series descendentes al final del entrenamiento. Disponed de la energía que necesitáis para seguir adelante cuando las cosas se vuelven duras y creceréis más y con mayor celeridad.