La testosterona es
la principal
hormona sexual masculina
y es necesaria para el mantenimiento de los efectos androgénicos y
anabólicos del cuerpo. Los efectos androgénicos producen o
estimulan el desarrollo de características masculinas secundarias
(masculinización) y reproducción (espermatogénesis).

Los efectos anabólicos
promueven o estimulan la construcción de tejidos (hueso y músculo).

Los niveles
séricos de testosterona
muestran una
correlación positiva con la síntesis de proteínas lo cual resulta
en un aumento del desarrollo del tejido muscular, fuerza muscular,
densidad ósea, deseo sexual (libido), eritropoyesis, cognición y
fluidez verbal (
1, 2, 3, 4, 5).
Los esteroides anabólicos (AAS) son una clase de compuestos que
incluyen cualquier droga u sustancia hormonal, química y
farmacológicamente relacionada con la testosterona que estimula el
desarrollo de tejidos corporales (hueso y músculo). 

Dentro de esta
clasificación, podemos encontrar compuestos tales como la
testosterona, la nandrolona, la oxandrolona, la oximetolona… los
cuales ejercen sus efectos a través de la activación del receptor
de andrógenos.
Dicho
receptor es capaz de
discriminar entre
diferentes agonistas y antagonistas
, de
hecho, existe una gran cantidad de literatura sobre ello y
prácticamente todo el mundo sabe o al menos, sospecha que diferentes
andrógenos ejercen diferentes efectos específicos en el cuerpo, por
ejemplo, si empleamos únicamente
Nandrolona,
acabaremos experimentando problemas de irritabilidad, depresión… La
Trembolona
suele causar problemas a la hora de conciliar el sueño por su
interferencia con el metabolismo de la Serotonina vía interacción con el
PgR, la
Metandienona
proporciona una gran sensación de energía, bienestar y motivación,
la
Oximetolona
ejerce un potentísimo efecto anorexígeno y unos efectos
eritropoyéticos bastante potentes, etc…
 
El uso de cualquier substancia que conlleve a una
mayor activación del AR (Receptor androgénico), tendrá como
consecuencia una reducción en la producción endógena de
hormonas sexuales, principalmente la testosterona.
Por alguna extraña razón, se piensa que el uso de
SARMs no acarrea consecuencias negativas a nivel de afectación del
eje hormonal, es decir, se piensa que el uso de este tipo de ayudas
ergogénicas no producirá una inhibición del eje hormonal y por lo
tanto, el uso de terapias post-ciclo que asistan en la
recuperación de dicho eje hormonal son rara vez empleadas cuando el
ciclo se basa en el uso de dichos SARMs.
Imagen 1: Resultados de la encuesta sobre
la realización de Post-Ciclo tras el uso de SARMs, tomada del eBook Calvo y Cabreado
 
Claro, luego no es de extrañar que la respuesta más
común a la siguiente pregunta:
¿Se mantienen las ganancias tras el uso de
SARMs?, Es decir ¿Son ganancias reales o solo agua?
Sea un claro y rotundo: “No”. Y es absolutamente
normal, ya que es muy difícil mantener las ganancias con un sistema
hormonal inhibido más una dieta y entrenamiento deficientes.

Imagen 2: Resultados de examen de
gonadotropinas en suero durante un ciclo de SARMs (18mg diarios de
Mk-2866 durante 12 semanas, extracción tomada en la semana 6), tomada del eBook Calvo y Cabreado



Imagen 3: Resultados de examen de
Testosterona total 5 días tras finalizar un ciclo de SARMs (9mg de
LGD-4033 durante 12 semanas), tomada del eBook Calvo y Cabreado

Un poco revelador, ¿no?. Aunque sigamos aportando
datos.
Tras una deprivación androgénica a largo
plazo (en pacientes con cáncer de próstata), 18 meses después de
su cese todos los pacientes habían normalizado sus niveles de LH,
aunque aún el 38% de los pacientes presentaban niveles de
testosterona anormalmente reducidos (6),
lo que sugiere que la inhibición del eje hormonal con la consecuente
inhibición en la producción endógena de testosterona a nivel
testicular durante periodos relativamente largos de tiempo produce
daño permanente en dichos testículos.
Esto corresponde con lo que se puede ver en usuarios
de esteroides
, donde aún tras haber pasado años después de
cesar su uso de forma permanente se puede apreciar que sigue habiendo
una atrofia considerable a nivel testicular (lo que sugiere algún
tipo de daño permanente), aunque sin afectación a nivel de LH o FSH
(7),
esto también sugiere que la posibilidad de dañar de forma
permanente a la hipófisis y/o al hipotálamo es muy poco probable.
Y no, el uso de HCG de forma regular no os salvará
😉
Imagen 4: Datos sobre los sujetos del
estudio y su tamaño testicular, niveles de FSH y niveles de LH (7)

Además dicha teoría se refuerza al analizar la
relación Tiempo de uso – Tamaño testicular.
Imagen 5: Relación Tiempo de uso –
Tamaño testicular en usuarios y ex-usuarios de esteroides
anabolizantes (7)
Asimismo, también hay ensayos en humanos los cuales muestran el alto grado de supresión sufrido con el uso de SARMs, y en dosis muchísimo más bajas de las empleadas por el usuario medio.
Imagen 6: Alteraciones a nivel hormonal del uso de 3mg diarios de
Ostarine durante 12 semanas en hombres, expresado en % (8)
Debido a ello, simplemente decir que si vuestro preparador, camello o «bro» os dice que los SARMs no inhiben el eje, que están exentos de efectos secundarios (también causan las mismas alteraciones a nivel hepático y lipídico que los AAS orales convencionales), etc… que sepáis, que os la están metiendo doblada.

Y es que por ejemplo, con tan solo 3mg diarios, las afectaciones a nivel lipídico son más que evidentes:

 

Imagen 7: Alteraciones a nivel de colesterol HDL con el uso de Ostarine a diferentes dosificaciones (8), en el tema hepático tampoco se queda atrás, ya que en el estudio de Dalton, aún con dosis bastante bajas, se consigue una elevación en los niveles de ALT de más de un 20%, ahora, imagina que pasaría con dosis de 15-30mg que es lo habitual en el deporte 😉
Aunque al césar lo que es del césar, ya que por ejemplo con el uso de SARMs, no debemos preocuparnos de sufrir alteraciones a nivel prostático, renal o incluso, a nivel cardíaco, por lo que sinceramente si no fuera por el estrés hepático y las alteraciones lipídicas, serían un compuesto ideal para los «Ciclos sanos».

De todo este tema hablo más en profundidad en el eBook Calvo y Cabreado, el eBook que derrotó a Sauron.


Referencias

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